Hablando desde el Palacio de la Moneda en Chile, el Presidente Barack Obama se ufanó de sus "éxitos en Libia" diciendo que el primer objetivo de la invasión se había logrado, "desarticular las defensas aéreas" del Gobierno de Moammar el Gadafi. A esa misma hora de su proclama "victoriosa" el pueblo libio daba entierro a los más de 148 ciudadanos, victimas de las balas que bomitaron los aviones "salvadores de civiles" enviados a Libia.
Desde el mismo lugar (Palacio la Moneda) el Presidente Obama no perdió tiempo y, cuan amo y faraón del globo, arremetio contra Cuba haciendo un llamado a todos los países de la región "a apoyar el derecho de los pueblos a decidir su futuro, incluido el pueblo de Cuba", al tiempo que se comprometió a hacer esfuerzos "para quebrar esa tendencia" en la isla y "dar respuestas al pueblo de Cuba que merece el derecho de la democracia". El Sr. Obama hablaba con toda la arrogancia y la provocación de que se hacen portadores los hombres que pierden la noción de las cosas cuando acumulan tanto poder. Estamos frente a una campaña desestabilizadora desde la Casa Blanca, parecida -no igual- a las campañas de las cruzadas durante la Edad Media, fijaos que el Presidente Obama asocia "su lamento" contra Cuba a la campaña sangrienta de sus fuerzas y aliados contra el pueblo libio. No pasó desapercibida la proclama que un día después de la incursión en Libia hizo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, quien anunció la posibilidad de la "partición de Libia en dos para lograr una estabilidad duradera". Es la misma visión de su comandante en jefe, es decir, el Presidente Obama no habla de partir a Cuba en dos, son escenarios y situaciones distintas, la similitud entre ambos gerarcas estadounidenses radica en el hecho de que estamos frente a un plan colonialista. Robert Gates pretende partir en dos a Libia: Un trozo para las potencias europeas y el otro trozo para los Estados Unidos. De eso se trata. Pero no pasó desapercibido tampoco el "arrepentimiento" de Gadafi, cuando dijo "no voy a colaborar más con Estados Unidos y su lucha contra el terrorismo", ni desapercibida pasó la foto que recorre el mundo donde aparecen el Presidente Barack Obama y el líder libio Moammar el Gadafi. Es evidente que alguien, no solo violó "el pacto", sino que, como señal inequivoca de que para nada le intersa la paz y estabilidad mundial, fue salpicado con la sangre de niños, mujeres y hombres inocentes, dando en cambio la violación a la soberanía de su territorio, bombardeos efectivos que arrazan con niños, mujeres y ansianos. Cómo es posible Sr. Presidente. Por su petroleo y riquezas naturales no es justo que tanta gentes sea sacrificada, Libia hoy corra el riesgo de ser desaparecida del mapa mundial. Esto es aventurero, amenazante a la existencia misma, es bochornozo, abominable. La humanidad hoy corre mas peligro que nunca antes de ser extinguida. Ayer los mandatarios de Estados Unidos, con raras excepciones, se vendían al mundo con un discurso guerrerista, Obama hoy se vende como un democrata, que ama la democracia, usando las corporaciones noticiosas para vender esa imagen ante la humanidad, que no es más que la política del ratón "asopla y muerde". Es aventurero pretender alcanzar, así como así, los objetivos que no lograron sus antepasados colegas desde la Casa Blanca. Pretender ahora incitar a la desestabilización de los pueblos que han ejercido su derecho a decirdir su propio destino, con la pretención de "exhibir la medalla del trinfo" que no lograron sus antecesores, no por que fueran menos fuertes ni menos peligrosos que los nuevos inquilinos de la Casa Blanca, sino que cuando un pueblo se decide a construir su propio destino no hay fuerza sobre la faz de la tierra que pueda detenerlo. El mundo de hoy no debe ser tratado con la mentalidad de la serva, existen reglas y convenios universales que - en fin de cuentas- son garantes de que la humanidad conviva en paz y armonia. Casese con la gloria, Sr. Barack Obama, retire sus tropas de Libia y deje a Cuba vivir en paz. No siga contribuyendo a que los hombres honrados del mundo vean en usted y su Gobierno a sus verdugos. Todos nos impactamos con su ascenso al poder, una nueva era creímos se había iniciado, pero hoy nos sentimos desfraudados, la sangre que se derrama en Libia, llora ante la presencia de Dios, medite...la humanidad merece mejor suerte. 
