- El mayor de los cuatro hijos, de 10 años, logró escapar por la ventanilla
- Si no llega a ser por su testimonio, la familia seguiría desaparecida
- El auto estaba totalmente hundido y nadie fue testigo de su caída al agua
- La mujer tenía 25 años; los niños tenían 5 años, 2 años y 11 meses
De: EL MUNDO.es
Si no hubiera sido por Lesean Amstrong, es muy probable que el coche con los cuerpos de una madre y sus tres hijos todavía estuviera sumergido en el río Hudson de Nueva York. Nadie fue testigo del suceso salvo él, que con tan sólo 10 años de edad, se convirtió en el único superviviente de la brutal reacción que tuvo Lashanda Amstrong, una madre de 25 que se suicidó llevándose con ella a sus dos hijos de 5 y 2 años y a una pequeña de 11 meses.
Los hechos ocurrieron este martes por la noche en la localidad de Newburgh, situado a 96 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, cuando tras una fuerte discusión matrimonial, Lashanda agarró a sus hijos y los metió en el coche. Condujo hasta el embarcadero situado a sólo seis manzanas y se precipitó al río.
Lesean logró abrir la ventana del vehículo y nadó hasta la orilla. Fue entonces cuando una conductora lo encontró y se lo llevó a la estación de bomberos mas cercana.
Así lo afirmaron las autoridades en una rueda de prensa en la que relataron que 10 minutos antes de que el chico entrara en la estación de bomberos, la Policía recibió una llamada telefónica en la que se alerta de una fuerte discusión familiar. Cuando llegaron, comprobaron que el apartamento estaba tranquilo y se marcharon. No han podido confirmar que el padre se encontraba en su interior.
Gracias al testimonio de Lesean y tras una hora de búsqueda bajo una fuerte tormenta, las autoridades lograron encontrar el vehículo con los cuatro cuerpos en su interior. En la rueda de prensa reconocieron que si no llega a ser por Lesean, la familia habría permanecido desparecida durante un tiempo, ya que el vehículo estaba totalmente hundido, a unos siete metros de profundidad, y posiblemente nadie fue testigo de su caída al agua.
Según publican varios medios estadounidenses, estos hechos guardan similitudes con otros sucesos pasados. En 1994, Susan Smith acabó con la vida de sus dos hijos al precipitar su vehículo con ellos dentro al fondo de un lago de Carolina del Norte. Ella no estaba dentro. En 2001 Andrea Yate ahogó a sus cinco hijos en la bañera, mientras que el caso mas reciente de infanticidio sucedió en enero, cuando una madre de Tampa disparó a sus dos hijos por mal comportamiento. Está acusada de homicidio en primer grado.
Smith cumple cadena perpetua mientras que Yate evitó la pena de muerte y posteriormente la cadena perpetua después de que un juez concluyera que tenia problemas mentales. Actualmente está interna en un psiquiátrico.
